lunes, 10 de octubre de 2011

Terminator

The Terminator, USA, 1984

D.: James Cameron

I.: Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, Michael Biehn y Paul Winfield

A.K.A.: El Exterminador

Sinopsis: Cierta noche llegan a la ciudad de Los Ángeles, en medio de descargas eléctricas, dos misteriosos visitantes. El objetivo de ambos es una joven llamada Sarah Connor.

El primer recién llegado asesina a personas con nombres similares (y a uno que otro infortunado que se cruza en su camino), hasta ubicar a la Sarah Connor que estaba buscando. Pero entra en acción el otro extraño, que tiene una misión completamente opuesta a la del primero.

Sarah y el enigmático soldado comienzan a huir desesperadamente del indestructible asesino, a quien él denomina Terminator. Y es cuando se revela la inhumana naturaleza del implacable Terminator, por qué persigue a la inocente muchacha... y por qué la muerte de ella sería capaz de alterar el destino de la Humanidad.

Crítica: Indudablemente uno de los mayores logros de la ciencia ficción, Terminator terminó de consolidar la fama del actor austriaco (afincado en Hollywood) Arnold Schwarzenegger, quien con este film terminaría de cimentar la fama que ya se había labrado en Conan el Bárbaro.

Aquí nace uno de los más famosos villanos del moderno cine fantástico: el Terminator. Con toda corrección el musculoso Schwarzenegger lo interpreta frío y de pocas palabras. Como contraparte está el joven sargento Kyle Reese (Michael Biehn), cuya misión es impedir que el Terminator cumpla la suya.

Sarah Connor (Linda Hamilton) interpreta a una desconcertada joven que de repente se ve en medio de una sangrienta persecusión en la que ella es el objetivo. La salvadora llegada de Reese le aclarará lo importante que es que ella sobreviva.

Al final, Sarah deberá asumir su trascendental importancia y superar sus temores, enfrentando valerosamente su monstruoso perseguidor.

Escenas destacadas son la balacera en la discoteca, las persecusiones en autos, el Terminator curando sus “heridas”, los oníricos flash-backs de Reese, la masacre en la comisaría y la lucha final dentro de una computarizada fábrica.

El presupuesto para este film fue modesto, pero Cameron supo exprimir cada dólar disponible, y casi no se notan las economías. Y es que aquí la acción y los efectos especiales están al servicio de la trama, no al revés.

La historia tiene ciertas alusiones al Cristianismo (concretamente, al Evangelio), y presenta una que otra inconsistencia (”paradojas”), pero todos estos detalles son pronto olvidados por el espectador ante el gran espectáculo visual y argumental que se presenta.

Con toda justicia, Terminator es una clásico de la ciencia ficción de los años ochentas, cuyas advertencias a los peligros que enfrenta la Humanidad aún siguen vigentes hoy.

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